13
Porque Salomón había hecho un púlpito de metal, y le había puesto en medio del patio, de longitud de cinco codos, y de anchura de otros cinco, y de altura de tres codos, y púsose sobre él, e hincóse de rodillas delante de toda la congregación de Israel, y extendiendo sus manos al cielo, dijo:
28
Y si hubiere hambre en la tierra, o si hubiere pestilencia, o si hubiere tizoncillo, o niebla, lagarta, langosta, o pulgón; o si los cercaren sus enemigos en la tierra de sus ciudades; o cualquiera llaga, o enfermedad:
32
Y también al extranjero, que no fuere de tu pueblo Israel, que hubiere venido de lejas tierras, por causa de tu grande nombre, y de tu mano fuerte, y de tu brazo extendido, si vinieren, y oraren en esta casa;
38
Y se convirtieren a ti de todo su corazón, y de toda su alma, en la tierra de su cautividad, donde los hubieren llevado cautivos, y oraren hacia su tierra, que tú diste a sus padres, hacia la ciudad que tú elegiste, y hacia la casa que he edificado a tu nombre;